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Guía para fijar los objetivos de tu Agencia de Viajes en 2023

Este 2023, consigue alcanzar todos los objetivos que te propongas en tu agencia de viajes.
Con el inicio del año, es momento de que nos pongamos a plantear (si aún no lo hemos hecho), cuales son los objetivos que vamos a marcarnos para el próximo ejercicio en nuestra Agencia.
Marcarnos objetivos no es una tarea prescindible, ni a nivel personal ni tampoco profesionalmente y por eso deberíamos prestar el tiempo y la atención que requiere tan relevante actividad.
Como dijo Ralph Waldo Emerson, escritor, filósofo y poeta estadounidense,
Un gramo de acción, vale más que una tonelada de teoría.
La formulación de objetivos, es quizás la parte más relevante de toda la gestión profesional.
Sin una definición de objetivos, todas las acciones que emprendamos estarán abocadas al fracaso o en el mejor de los casos, al consumo desproporcionado de nuestros recursos físicos y materiales.
Por este motivo, realizar un planteamiento de objetivos y además de forma inteligente y eficaz, nos aportará una gran ventaja competitiva y un alto rendimiento de los recursos que empleemos.
Para llevar a cabo nuestra formulación, os proponemos el uso de uno de los sistemas más utilizados mundialmente, se trata de la formulación de objetivos S.M.A.R.T.
El primer uso del término S.M.A.R.T. se lo debemos a George T. Doran, quien en 1981 publicó un artículo llamado “There’s a S.M.A.R.T. Way to Write Management’s Goals and Objectives”.
SMART (listo, inteligente… en inglés) es una metodología que nos permite la formulación de nuestros objetivos de una forma eficaz.
Los objetivos SMART son importantes porque nos mantienen enfocados y motivados de una manera organizada.
S.M.A.R.T. es un acrónimo compuesto por 5 palabras:
Specific (eSpecífico)
Measurable (Medible)
Achievable (Alcanzable)
Relevant (Relevante)
Time-bound (a Tiempo)
Estas palabras representan las 5 reglas que, según George T. Doran y una gran parte del mundo empresarial en las últimas décadas, debemos tener en cuenta a la hora de formular nuestros objetivos.
Específico (Specific)
El objetivo debe ser específico y no generalista.
Un objetivo debe ser significativo, simple y específico. Debemos ser capaces de describir claramente su misión y lo qué se espera de él.
Cualquier persona que conozca nuestro objetivo, debe saber qué es exactamente lo que pretendemos hacer y cómo.
Deberíamos describir porqué es importante su consecución y cómo se va a desarrollar.
Así mismo, deberíamos describir los obstáculos que podemos encontrarnos y los requisitos adicionales que se requieren para ser factible su consecución.
Medible (Measurable)
El objetivo debe ser medible, por lo que las metas a alcanzar han de ser cuantificables.
Debe ser factible medir y monitorizar los objetivos en función de indicadores cuantitativos y cualitativos específicos.
Por tanto deberíamos indicar de qué forma se medirá y cuáles son las métricas que lo evaluarán.
Alcanzable (Attainable)
Todo objetivo que planteemos debe ser ambicioso, ya que de otra forma es muy posible que no nos proporcione el interés suficiente como para alcanzarlo.
Pero a su vez este debe ser factible de alcanzar. Para saber qué un objetivo es realmente alcanzable, se requiere realizar una tarea previa de análisis y evaluación de la situación actual.
Relevante (Relevant)
Deberíamos plantear objetivos dentro de nuestras posibilidades y que estos estén orientados a resultados.
Disponer de la información de los recursos realmente disponibles y la motivación de los responsables en alcanzar el objetivo, son factores fundamentales a la hora de conseguir alcanzarlo.
A Tiempo (Time-bound)
Todo objetivo que definamos, debería contar con una línea de tiempo para su consecución, ya que de otra forma este se convertiría en un deseo o anhelo y no en algo realmente tangible y alcanzable.
Por tanto, debería existir una fecha límite de consecución previsible, y los consiguientes hitos intermedios de evaluación y revisión.
A modo de ejemplo:
Una forma de asegurarnos que realmente nuestro objetivo es S.M.A.R.T. nos lo proporcionará el verificar que el mismo, responde a las siguientes cuestiones:
1.- ¿Qué?
2.- ¿Cuánto?
3.- ¿Cómo?
4.- ¿Con qué?
5.- ¿Cuándo?
A modo de ejemplo, describimos brevemente algunos ejemplos de objetivos SMART:
Objetivo: Conseguir más clientes
S: Clientes, facturación, venta media
M: Un 10% más de clientes que el ejercicio anterior, de 3.800 a 4.180, con una venta media de 1.600 € por reserva.
A: Es alcanzable, actualmente disponemos de 2 personas más en el equipo.
R: Estamos buscando ampliar todo el año nuestra plantilla y esta subida de ingresos nos lo permitiría.
T: En 6 meses
El Objetivo SMART sería:
Queremos aumentar nuestra cartera de clientes un 10% (de 3.800 a 4.180) y mantener una venta media por reserva de 1.600 €, durante los próximos 6 meses, con objeto de ampliar de forma permanente nuestra plantilla en 2 personas.
Objetivo: Quiero atraer más visitas a nuestra página web
S: Visitantes en la página web
M: Un 40% más de visitas en la página web
A: Es realista, podemos conseguirlo
R: Queremos conseguir más visitas en nuestra página web para potenciar la venta de nuestros productos propios a India.
T: En 4 meses
– El Objetivo SMART sería:
Queremos aumentar un 40% las visitas en nuestra página web durante los 4 meses siguientes para potenciar las ventas de nuestros productos propios a India.