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¿Qué pasa cuando no se cumplen tus expectativas?
Si siempre le pides a Dios que te toque la lotería, pero al final, hasta el “altísimo” tiene que bajar a pedirte que al menos compres un décimo… reconoce que algo no estás haciendo bien.

Si siempre le pides a Dios que te toque la lotería, pero al final, hasta el “altísimo” tiene que bajar a pedirte que al menos compres un décimo… reconoce que algo no estás haciendo bien.
A menudo nuestras expectativas, NO son proporcionales al esfuerzo que realizamos por conseguir materializarlas.
¿Y cuáles son nuestras reacciones más habituales, cuando la realidad no se ciñe a lo que habíamos previsto?.
Enfado y Rabia
Todo está mal.
Te cabreas hasta con tu pareja cuando te da los buenos días. “
Pues anda que tu”, …. Le espetas por el pasillo.
Victimismo
“Hasta con el toro de Manolete, tenía todo el mundo más comprensión”.
Crees que la humanidad en pleno, conspira en contra tuya.
Frustración
“Mi vida es una porquería, nada de lo que planteo me sale bien”. Se conocen casos de gente que ha visto pasar ante sí, la película de su vida y han pedido que les pusiesen anuncios.
Sin expectativas
Y lo peor y más común de todo: Dejamos de marcarnos nuevos retos. “Para que voy a plantearme nada, si al final tengo tan mala suerte, que nada me sale como había previsto”.
El problema no está en tener expectativas. Es más, el problema está en dejar de tenerlas.
En ese momento que dejamos de marcarnos objetivos personales y/o profesionales, es cuando realmente perdemos el control de nuestra vida y de lo que anhelamos ser o tener.
Lo peor que podemos hacer, es esperar que nuestras expectativas se cumplan por si solas.
Como diría el sabio “Un poquito de por favor”. Todo depende de nosotros y de nuestra actitud frente a los acontecimientos.
La Vida en piloto automático, es tan excitante como ver a un Koala ciego de Valium
Quizás deberíamos tener en cuenta alguna de estas cosas:
1.- No seamos un mero espectador de lo que pasa en nuestra vida. Subsistir en piloto automático, es tan excitante como ver a un Koala ciego de Valium.
2.- Vivamos y trabajemos hoy por lo que queremos que sea el mañana. Nada ocurre por arte de magia o del espíritu santo. (Copperfield y María me darían la razón).
3.- No subestimemos lo que realmente cuesta conseguir que nuestras expectativas se hagan realidad. Todo lo que vale la pena, precisa de tesón y cierto sacrificio.
4.- No busquemos atajos, que eliminen el esfuerzo necesario para alcanzar la meta. Eso es tan sólo una quimera.
5.- No seamos cortoplacistas. Todos los progresos no son evidentes y tangibles, verifiquemos que estamos en el camino y sigamos adelante.
6.- Tener expectativas poco realistas no nos ayudará, pero eso no quiero decir que no podamos permitirnos soñar. Los sueños son la gasolina de los logros.
7.- Pongamos metas a corto plazo y chequeemos que se van cumpliendo, las expectativas se construyen de realidades.
8.- Celebremos las etapas a lo largo del viaje. Si disfrutamos del camino, será más fácil que alcancemos la meta prevista.
Pero si complicado es hacer autocrítica en situaciones que únicamente dependen de nosotros mismos, más lo es el conseguir materializar nuestras expectativas, cuando estas atañen también otras personas.
Como decía el padre de la terapia Gestalt “Fritz Perls”:
“Yo no estoy en este mundo para cumplir las expectativas de los demás, tampoco creo que el mundo deba cumplir con la mía”.
1.- Seamos tolerantes y aceptemos que puede haber otros puntos de vista, tan válidos como el nuestro.
2.- Revisemos nuestras expectativas, no esperemos nada de los demás y comencemos a aceptarlos tal y como son.
3.- Dejemos de compararnos. Exijámonos nuestras propias metas y hagamos nuestro propio camino.
Aunque si de alguna forma, estamos convencidos que nuestras expectativas son beneficiosas también para los demás, deberíamos al menos esforzarnos por comunicarlas:
1.- En el momento que estemos esperando algo de alguien, digámoselo.
2.- Si creemos que alguien está pensando lo mismo que nosotros, preguntémosle y confirmemos que estamos en lo cierto.
3.- Si en nuestra mente tenemos la idea perfecta de lo que queremos que suceda, necesitamos ser descriptivos y comunicarlo a quién le afecte.
4.-Una vez que lo comuniquemos, (por Dios) confirmemos con esa persona qué fue lo que entendió y hagámonos cargo de lo que suceda. Tomemos la responsabilidad de verificar que hemos sido capaces de hacernos entender.
Dejemos de esperar que los demás actúen según nuestras expectativas y dejemos de actuar según las expectativas de los demás.
Atrevámonos a vivir nuestra vida como si no tuviéremos otra. (Te recuerdo que lo del cielo y la vida eterna, aún no está confirmado).
“Hay personas que sueñan con hacer cosas grandes y otras que se esfuerzan y las hacen.”
Os deseamos un feliz e ilusionante día.