Opinión
Entrevista a Marcel Forns – Director General GEBTA
Entrevista a Marcel Forns, Director General de GETBA, que nos comparte su visión acerca de la reactivación del sector turístico y en concreto del turismo emisor.

Además de la necesaria flexibilidad adaptativa, será fundamental haber jugado bien las cartas de la digitalización.
Aunque sea difícil determinarlo, ¿Cuánto tiempo entiendes que será necesario, para que los viajes de negocio se recuperen a nivel internacional?
A diferencia del tráfico doméstico, que ha experimentado un crecimiento gradual en términos del número de desplazamientos desde el levantamiento de las restricciones a la movilidad, los viajes internacionales por motivos de trabajo están muy lejos de los marcadores previos a la pandemia y van a tardar en recuperarse.
De hecho, las previsiones con las que la industria trabaja dibujan un escenario complicado, cuyo horizonte más inmediato se situaría en el año 2023.
A título de referencia, actualmente el nivel de viajes de negocio en España se sitúa en torno al 30% del volumen que registrado en el mismo período de 2019.
Pese a las dificultades existentes, estudios recientes elaborados por GEBTA e IBERIA a partir de encuestas en el mercado español, desvelan que prácticamente un 70% de los viajeros de negocio estarían dispuestos a viajar con independencia de la existencia de vacuna o de tratamiento contra la COVID – 19.
La principal barrera para que se desplacen la constituyen fundamentalmente las limitaciones a la movilidad y, para algo más de la mitad de este colectivo, las condiciones en el destino.
Los datos, en definitiva, ponen de manifiesto la existencia de un volumen de viajeros nada despreciable, listos para retomar su actividad, del mismo modo que se recoge un detalle que no puede pasar desapercibido: la percepción mayoritaria entre este colectivo, de que la práctica totalidad de los viajes que realizaban con anterioridad a la COVID – 19, son imprescindibles para la consecución de sus objetivos empresariales.
Esta misma lógica nos lleva a pensar que pese a las dificultades existentes las empresas van a tener que asumir la necesidad de volver a viajar; llevan demasiados meses paradas y los viajes son una palanca indispensable para el crecimiento y desarrollo económico.
¿Cuáles son las principales acciones que deberían acometer las instituciones españolas, para facilitar la recuperación de los viajes corporativos?
Para que la progresiva vuelta a la actividad sea más sencilla es imprescindible contar con medidas que faciliten la toma de decisiones por parte de las empresas.
Desde un inicio nuestra organización puso de manifiesto que la capacidad de disponer de información solvente y en tiempo real acerca de las condiciones para viajar a ciertos destinos era un elemento crítico, como también lo es conocer cuál es el grado de afectación de la pandemia en cada mercado, aspecto que queda recogido en el estudio de GEBTA e IBERIA.
Pero todo ello será insuficiente si la capacidad de contención de la pandemia se demuestra ineficiente, y este punto no puede resolverse sin la aplicación de políticas de testeo y de seguimiento adecuadas, y en el caso de los viajes, de la implementación de tests en origen y destino, además de la garantía en la aplicación de los protocolos en los establecimientos de nuestra industria.
Esto último corresponde lógicamente a las Administraciones Públicas, sin perjuicio del papel que pueden jugar las organizaciones empresariales en materia de difusión y garantías relativas a los protocolos y certificaciones de aplicación sectorial.
La recuperación, por otro lado, tampoco va a ser posible si no se protege el tejido empresarial. Pese a ser uno de los países occidentales más afectados por la pandemia, España se cuenta entre los Estados que menores medidas económicas y fiscales han implementado para hacer frente a la destrucción de la economía, y de modo particular de las empresas y profesionales, como lo demuestran los datos macroeconómicos más recientes.
¿Piensas que el actual modelo de Agencia de viajes tradicional (física), sigue siendo viable, o crees que precisa de una evolución para adaptarse a las necesidades y preferencias del cliente español? ¿Qué crees que deberían hacer las organizaciones del sector por los agentes de viajes en estos momentos, más allá de las reivindicaciones a las instituciones? ¿Qué recomendaciones harías a un agente de viajes, para que intentase mantener su negocio o puesto de trabajo, mientras dure
esta situación?
Durante la primera fase de la pandemia, las agencias de viajes, al igual que el conjunto de las compañías y corporaciones, han centrado sus esfuerzos en procurar contener al máximo los costes empresariales, con el objetivo de poder retomar la actividad con el mínimo desgaste posible.
Esta estrategia, pensada para un escenario de una pandemia de corta duración, deberá revisarse en la medida en la que hemos visto que la COVID-19 y sus efectos colaterales van a durar más de lo previsto y que por consiguiente las primeras medidas por sí solas no van a ser suficientes.
Estos días se ha hablado mucho de la estrategia de “las 3 R” (Resistir, Recuperarse y Reinventarse), que viene apuntando desde hace ya un cierto tiempo el profesor Anton Costas.
Su perspectiva es ciertamente la correcta y no tiene por qué asociarse a la desaparición de las agencias físicas, pero por desgracia, no todas las compañías van a poder consumar el trayecto en cuestión.
La capacidad de resistencia no es la misma para todo el tejido empresarial del sector y eso lamentablemente va a dejar en la cuneta a muchas agencias.
Aquellas que lleguen a superar la primera fase tienen todavía un buen trecho por delante, porque el escenario y el mercado en el que deberán competir habrán cambiado.
En este contexto, y en relación con los viajes de negocio, además de la necesaria flexibilidad adaptativa, será fundamental haber jugado bien las cartas de la digitalización y garantizar capacidad de integración de los distintos procesos que se producen en las diferentes fases del viaje.
Esta estrategia deberá ir acompañada de un cambio profundo en los modelos de negocio vigentes, porque el actual modelo es del todo insostenible y no responde a las necesidades del mercado.
En GEBTA llevamos desde 2018 trabajando en la transformación de los modelos de negocio y sin duda este ejercicio teórico resulta de gran utilidad en momentos como el actual, porque nos ha permitido ganar tiempo y perspectiva.