En este tema, hablaremos de la importancia que tiene el actuar siempre con un fin en la mente, o lo que es lo mismo, que todas nuestras acciones sean piezas del puzzle, que conforman el resultado final que perseguimos. 

¿Cuántas horas al día pasamos en piloto automático?, sin plantearnos qué estamos haciendo y para qué lo hacemos.

¿Te ocurre más veces de las que quisieras reconocer, que a la hora de tomar una decisión, piensas más en qué haría tu jefe, tus compañeros, o tu cliente, que en lo que realmente crees tú personalmente, que se debería hacer?

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¿Cuántas horas al día pasamos en piloto automático?, sin plantearnos qué estamos haciendo y para qué lo hacemos?

¿Te ocurre más veces de las que quisieras reconocer, que a la hora de tomar una decisión, piensas más en qué haría tu jefe, tus compañeros, o tu cliente, que en lo que realmente crees tú personalmente, que se debería hacer?

¿Sabrías decir, dónde quieres estar dentro de 10 años…? ¿y dentro de 5 o de 2.? ¿Podrías describir qué estarás haciendo, dónde y con quién?

Decía Steve Jobs, qué si no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos.

Créeme, esto no va tanto de trabajar por cuenta propia o por cuenta ajena, como de actuar siempre, buscando invertir nuestro esfuerzo, en aquello que nos aporte el mayor bienestar personal y profesional.

Son demasiadas las ocasiones en las que nos dejamos llevar. En nuestro trabajo, en nuestras relaciones personales, con nuestra familia…Y esto hace que malgastemos gran cantidad de nuestra energía y tiempo, en actividades que finalmente, no nos aportan ningún beneficio personal ni a corto ni a largo plazo.

Como veíamos en el tema anterior, muchos de nosotros, actuamos de forma reactiva, pensando que nunca nada depende de nosotros, que estamos a merced de los acontecimientos diarios y que estos, inexorablemente marcarán nuestros siguientes pasos.

Te proponemos desechar esa forma de actuar y que comencemos a movernos siempre, con un fin en mente.

Tengamos siempre presente hacia dónde queremos dirigirnos.

Que todo lo que hagamos, tanto en nuestra vida personal como profesional, tenga un objetivo, un motivo y sobre todo un PARA QUÉ.

El conseguir llevar a cabo nuestras acciones siempre con ese fin en mente, nos permitirá obtener algunas victorias privadas fundamentales:

En primer lugar, podremos rentabilizar nuestros esfuerzos y nuestro tiempo, centrándonos siempre en aquello nos acerque un poco más a nuestro objetivo.

En segundo lugar, tendremos mucho más claras, cuáles deben ser nuestras decisiones y las podremos tomar de una forma mucho más efectiva.

En demasiadas ocasiones, actuamos frente al espejo social con el que nos vemos. Toda nuestra vida está influenciada por cómo nos han dicho que somos, o cómo creemos que nos ven o nos deberían ver los demás.

Quizás te hayas repetido a ti mismo más de una vez frases como:

“Trabajar es una necesidad y no tiene porqué gustarme lo que hago ni con quién lo hago”.

O también que “el conseguir un aumento de sueldo o una mejora en mi status profesional, no depende de mí, depende de mis jefes o de que quieran comprar más clientes”.

A esto, se le llama creencias limitantes. El espejo social que vimos en anteriores temas y esas creencias limitantes, frenan por completo nuestras iniciativas y nuestra posibilidad de realizar cosas excepcionalmente relevantes.

Es posible que creamos que esforzarnos por actuar siempre, con un objetivo en mente no merece la pena, al fin y al cabo, es sólo un trabajo y después tenemos nuestra vida. ¿Cierto?, Hagamos cuentas:

Trabajamos en el mejor de los casos, al menos 8 horas en la agencia de viajes.

Empleamos una media de 2 horas en nuestros desplazamientos laborales.

Después están las comidas y cenas de trabajo, las presentaciones de nuestra empresa o de los proveedores del sector…

Además, si queremos mantenernos actualizados, tendremos que dedicar un tiempo a la formación…

Al final, siempre recibimos alguna llamada de clientes fuera del horario laboral.

¿Seguimos?

Bueno es verdad, los fines de semana son diferentes … ¿O no?

Más llamadas de clientes que quieren salir el lunes, o que se han quedado colgados en el destino, fantrips, convenciones, acompañamiento a grupos de clientes…

Y si tienes la “suerte”, de que tus amistades no sean del sector: Cenas y copas, en las que tenemos que responder a preguntas como:

“¿Cuáles son las mejores ofertas para el próximo puente?” o ¿”Podrías decirme los horarios de los vuelos a París para la próxima semana?”…

En definitiva, si hay un sector en el que la vida profesional y personal es difícil de separar, ese sin duda, es el sector de las agencias de viajes.

Nuestra vida es un todo y todo lo que hacemos está conectado.

No podemos ser plenamente felices, si no estamos satisfechos, con cada una de las cosas que conforman nuestra vida.

Como ya hablamos en temas anteriores, en realidad, todos vivimos 3 vidas en una:

Está la vida pública, que compartimos con la gente que se cruza en nuestro día a día: compañeros, clientes, conocidos…

Por otra parte, la vida privada: en la cual se encuentra nuestro círculo más íntimo: familia, pareja, hijos y amistades.

Y por último nuestra vida interior, esa con la que compartes las 24 horas del día y que sólo tú conoces y que sólo depende de ti.

Esas 3 vidas necesitamos vivirlas de forma coherente, créeme no funciona eso de ser feliz en una parte de ellas.

Si no estás satisfecho con tu vida interior, no podrás estarlo en tu vida privada, ni en tu vida pública…. Y menos trabajando en el sector servicios.

Pero, ¿cómo enfocarnos en lo importante y no perdernos en las mil distracciones estériles, que nos provocan los demás o que directamente nosotros nos auto infligimos?

En el siguiente tema veremos cómo hackear nuestra mente, para centrarnos en lo que realmente deseamos.

Nos vemos en el siguiente tema…